Helicopters

Y aquí seguimos con las presentaciones. Estos son mis chicos de los helicópteros. Son pilotos, nada más y nada menos (de helicópteros teledirigidos, ¿y qué? pero pilotos a fin de cuentas...) y son, a parte del Portu la alegría de mis tardes interminables en el centro comercial.

Esto es un pequeño homenaje para ellos, que aunque ahora no nos dejen hablar mucho con ellos, se lo merecen más que nadie. Un beso, chicos!

¿Quién es el friki ahora?

El maestro de ceremonias

Todo gran evento que merezca la pena tiene su propio maestro de ceremonias. Y este caso no iba a ser menos.

Bien, vamos a hablar de centros comerciales ¿no?. En concreto de uno, que es el que yo conozco bien. Pues necesitamos un guía. Pero no seré yo. Será ÉL. 

El Portu. Actualmente vive de la beneficencia. Alcohólico. Ex-yonki. Y a pesar de ello, honrado y coqueto. Un tío elegante, vamos. Y por supuesto, es el máximo conocedor del centro comercial en el que trabajo, de todo el barrio que lo circunda y de TODO lo divino y lo sagrado. Que para eso ha estudiado, como dice él.

Fijaos si lo conocerá bien que estaba ya allí apalancado, antes incluso de que existiera el propio complejo. No os digo ná y os lo digo tó.

Pues bien, este personaje va a a ser el prota del blog. Fijo. Más que nada por pesado y porque es con el que más hablo y de los pocos que me hacen las eterrrnas horas de detrás del mostrador más llevaderas.

Tiene historias para aburrir, desconcertantes en su mayoría, pero graciosas todas -o casi todas. Ya veréis, al final ¡hasta se le coge cariño!

Comenzamos

¡Quién ha dicho que los centros comerciales son aburridos! Eso es que quien lo dijo no estuvo el tiempo suficiente dentro de uno para ver todo lo que se cuece en él.

Son un hervidero de gente. Gente, además, de todo tipo. Un sitio ideal para alguien como yo, a la que le encanta OBSERVAR. Mis amigos dicen que critico y mucho, además. Yo les digo que simplemente subrayo las cualidades más destacadas de una persona. Y luego las comento en voz alta...

Yo trabajo en una gran superficie de estas, y como he dicho, observo. Mi labor no tiene mucho misterio, con lo cual puedo tirarme horas mirando la gente pasar. Al principio, me aburría muchísimo. Pero luego, empecé a sacarle partido a no tener nada que hacer. Y a raíz de comentar ciertas 'batallitas' con una ex-compi de curro y de re-ver algunas de las pelis más frikis de Kevin Smith -como son Clerks I y II y la homónima de este blog- dije ¿y porqué no?

Et voilà!

He aquí el fruto de mis eternas horas delante de una columna. Comienza MALLRATS - Historias de un centro comercial -